domingo, 24 de julio de 2016

Conociendo a Álvaro Rodriguez Piñera


Buenas noches de domingo gente, lo estábais esperando o por lo menos yo sí . Aquí os traigo la entrevista que le hice a Álvaro Rodriguez Piñera, un bailarín con muchísimo arte.
El pasado jueves 21 de Julio en el Teatro Jovellanos fue la Primera Gala Internacional de Ballet, que deseo que sean muchísimas más. Fue un placer tanto hacerle la entrevista como poder asistir a la Gala. Yo nunca había visto Ballet Profesional en directo y de verdad os aseguro que me quedé con la boca abierta y salí muy emocionada de allí por lo que acababa de ver. Sé que soy muy entusiasta en cuanto algo me gusta, pero en una par de ocasiones durante la gala por la emoción de ver como representaban los bailarines las diferentes obras, me entraron ganas de llorar, básicamente por la emoción.

No, no me he llevado comisión, ni nada por decirlo ¡jajajajaja!. En la gala aparte de Álvaro, hubo más bailarines; Léonore Baulac, Sébastien Bertaud, Jean Sébastien Colau, Itziar Mendizabal, Sara Renda y Claire Teisseyre. Hubo varios trozos de diferentes piezas. Desde mi punto de vista, iban desde piezas más clásicas a alguna más contemporánea.
Sin duda, desde principio a fin, fue alucinante verles bailar así y desde aquí les doy mí enhorabuena.

Para mí la vida es música que te acompaña pero hay muy pocos que saben vivirla y ellos saben hacerlo muy bien . Y ya no me enrollo más y os dejo con la entrevista, espero que os guste ^^




 Autobiografía Álvaro Rodríguez Piñera:
Nace en Gijón en 1989. Comienza a bailar baile regional asturiano en el Real Grupo de Cultura
Covadonga hasta los 6 años cuando empieza a estudiar danza, danza española, flamenco y
folclore en el Centro de Danza Karel en Gijón bajo la dirección de Carmen Elvira.

En 2005, es admitido en el Real Conservatorio Profesional de Danza de Madrid donde se gradúa con el Grado Medio de Danza Clásica dos años más tarde. Durante sus estudios forma parte del  Taller Coreográfico del conservatorio bailando coreografías de Tony Fabre y Goyo Montero, y como solista en 'La Fille Mal Gardée' y 'Allegro Brillante' de George Balanchine.

En 2007, tras finalizar sus estudios, entra a formar parte de la compañía Europa Danse en Francia bajo la dirección de Jean-Albert Cartier con la cual estará de gira por Francia, España y Suiza durante 5 meses con el espectáculo Picasso et la Danse, con obras como 'Parade' de Léonide Massine, 'Pulcinella' de Anamaria Stekelman, 'Mercure' de Thierry Malandain...todas con decorados y trajes diseñados por el pintor.

En 2008, es invitado por Les Grands Ballets de France en Avignon, bajo la dirección de Nicole-
Calisse Petracchi, para interpretar el papel del príncipe Sigfrido en 'El Lago de los Cisnes' de gira por Francia.

Es en septiembre de 2008 que entra en el cuerpo de baile del Ballet de la Ópera Nacional de
Burdeos, bajo la dirección de Charles Jude ( antigua estrella del Ballet de la Ópera Nacional de
París y pupilo del propio Nureyev). El 26 de octubre de 2011, tres años más tarde, es nombrado
bailarín Solista a la bajada del telón del espectáculo de aquella noche, la 'Carmina Burana' de Carl Orff coreografía de Mauricio Wainrot.

Su repertorio con la compañía comprende desde los papeles de los ballets clásicos: el brujo
Rothbart en 'El Lago de los Cisnes', el Príncipe Cascanueces y Drosselmeyer en 'El
Cascanueces', el torero Espada y el jefe de los Gitanos en 'Don Quijote', el Pájaro Azul en 'La
Bella Durmiente', Hilarión en 'Giselle', Teobaldo, Mercucio y Romeo en 'Romeo y Julieta',
Raymonda, Coppelia, Paquita, El Corsario..., el Moro en 'Petrouchka', el Rey Ferrante en 'La
Reina Muerta' de Kader Belarbi, Hansel en 'Hansel y Gretel' de Emmanuelle Grizot, el americano en 'Un Americano en París' de Joey McKneely, el Fauno en 'Preludio a la Siesta de un Fauno' de Serge Lifar... hasta piezas neoclásicas y contemporáneas como 'In the middle, somewhat elevated' de William Forsythe, 'Petite Morte' de Jiri Kylian, 'Minus 16' de Ohad Naharin, 'The Sofa' de Itzik Galili, 'Temporary Condition' de Vaclav Kunes, 'El Mesías' y 'Carmina Burana' de Mauricio
Wainrot, el temperamento flemático en 'Los Cuatro Temperamentos' de George Balanchine, al
igual que el papel principal en 'Who Cares?' y 'Stravinsky Violin Concerto' también de Balanchine, 'Valses' de Thierry Malandain, 'Pneuma' y 'If to leave is to remember' de Carolyn Carlson...

Además ha bailado en prestigiosos teatros del mundo como el teatro Mariinsky en San
Petersburgo, el Teatro de La Fenice en Venecia, el Théâtre Chaillot y el Théâtre des Champs-
Elysées en París, el Britten Theatre en Londres, el Teatro Greco Antico de Segesta en Sicilia, la
Guangzhou Opera House y la gran Ópera de Pekín en China, donde obtuvo muy buena crítica por su papel principal como príncipe en 'El Cascanueces'.
Actualmente sigue en activo y desarrollando su carrera en Burdeos y en el extranjero.






























Entrevista:

N.H-¿ Cuando sentiste que te gustaba la danza?
A.R- La primera vez que vi un espectáculo de Ballet fue cuando mi madre me trajo al Teatro Jovellanos a ver el Lago de los Cisnes, debía de tener 4 años y me quedé maravillado. Era la primera vez que veía un ballet y me impresionó particularmente ver a los bailarines saltar a la vez que se creaba una armonía entre danza y música sobre el escenario. Ese día le dije a mi madre que yo quería bailar.























N.H-En 2005 eres admitido en el Real Conservatorio Profesional de danza de Madrid.¿cómo tenías ya tan claro que querías dedicarte a esto?
A.R- 

Cuando descubrí el baile, empecé con baile regional, después flamenco, danza española… Me encantaba moverme con música y es a día de hoy que me encanta bailar cualquier cosa. Con 12 años hacía otras actividades a parte del baile, como el tenis y el baloncesto, pero nunca encontré un hobby, ni más tarde una carrera universitaria, que me llamase tanto como la danza. Bailar siempre ha sido lo más fuerte para mí. Cuando empecé a darme cuenta de que era eso a lo que quería dedicarme, mis profesoras me aconsejaron continuar mis estudios en Madrid. De aquella aquí no había nada y, aunque no tenía la certeza de que esto me convirtiese en bailarín profesional, mi única posibilidad era irme a Madrid.
Cuando llegue al Conservatorio me hicieron una prueba de acceso y me admitieron en 5º de Grado Medio. Ahí me di cuenta del nivel que había y de que para llegar a ser bailarín profesional tendría que trabajar mucho. Recuerdo decirme a mí mismo, o te quedas aquí al 100% o te vuelves a Gijón y te dedicas a otra cosa. Pero mi pasión por la danza siempre ha sido más fuerte, es parte de mi esencia y no ha dejado opción a nada más.


























N.H-¿Cuándo y cuál fue tú primera representación profesional en un teatro?
A.R- 

Tras terminar el conservatorio entré en Europa Danse, una joven compañía que se encargaba de facilitar a bailarines, escogidos de diferentes escuelas europeas (uno o dos de cada promoción), la transición de la escuela a la vida profesional. Cada año, durante una gira de 4 meses, los estudiantes aprendíamos a trabajar con el ritmo de vida que conlleva ser un bailarín profesional, viviendo situaciones límite en las que te das cuenta si realmente quieres trabajar en ello y vivir esta vida.

Mi primer espectáculo como profesional fue en Septiembre de 2007 en Châteauroux, "Picasso y la danza", un programa dedicado al pintor con coreografías originales de Los Ballets Rusos de Diaghilev y otras nuevas. Era un espectáculo muy visual y colorido, todo con decorados y trajes diseñados por Picasso. Debimos de hacer unas 60 funciones en 4 meses cambiando cada dos días de ciudad. Fue la primera experiencia profesional que tuve y, a pesar del cansancio, podría haberme pasado así la vida entera.
































N.H-¿Qué es lo que te llevas del conservatorio de danza de Madrid?
A.R- El Real Conservatorio de Danza de Madrid (dirigido por Virginia Valero) me abrió los ojos, me dio un poco de realidad con respecto a lo que era el mundo del ballet y de la danza clásica y lo que se me iba a exigir más adelante. Aprendí historia de la danza, anatomía, música... y, sobre todo, parte de la base de la danza clásica que hoy sigo perfeccionando con la escuela francesa en mi compañía. Por primera vez tuve profesores varones como Ricardo Franco, Víctor Álvarez y Jorge Christophe, lo que es primordial para un bailarín, ya que el lenguaje de la danza no es igual para las mujeres que para los hombres. Los saltos que hace un bailarín no son exactamente los mismos que los de las bailarinas y, aunque una profesora te pueda enseñar un paso que conoce, qué mejor que un profesor que siendo bailarín ha experimentado esa sensación.

También me quedo con las experiencias del taller coreográfico, dirigido por Eva López, Luisa Ramos y Juan Polo, que me hizo bailar y no solo ser un estudiante de escuela que se agarra a la barra.


























N.H-¿Cómo es trabajar para el ballet de la Ópera Nacional de Burdeos?
A.R-Es una entidad importante, la opera más antigua de toda Francia, una gran casa en la que no solo hay un ballet, sino también un coro y una orquesta sinfónica. Tienen una programación muy rica a lo largo del año con óperas y conciertos además del ballet. Trabajar allí es apasionante, pero también es muy cansado. No tenemos tantas funciones al año como otras compañías, pero las funciones que tenemos vienen en periodos juntos. Por ejemplo, durante tres semanas en diciembre tenemos funciones todos los días e incluso dos en el mismo día. Y hay veces que tienes ganas de bailar y otras en las que no pero tienes que hacerlo porque es tu trabajo. Pero si realmente es tu pasión, a pesar de todo, el momento en el que estás en el escenario es mágico, lo difícil es toda la preparación que conlleva. Es un orgullo formar parte de una gran ópera en Francia porque hay muy pocos puestos, me considero un privilegiado.




























N.H-¿Cuántas representaciones podéis hacer en un año? ¿Y cuantas veces podéis ensayar una misma obra hasta que se estrene?
A.R-Representaciones unas 60 ó 70, depende de las giras. Después hay compañías que llegan hasta las 120 funciones al año. Nosotros por una cuestión técnica, ya que el teatro no puede abarcar más de un decorado, se hacen por periodos, 10 días de ópera, 10 días de ballet... Entre ellas, durante unas 6 semanas, preparamos la siguiente producción.





































N.H-¿Qué supuso para tí que él 26 de Octubre de 2011 te nombraran solista?
A.R-Fue uno de los días más felices de mi vida porque fue inesperado. Los nombramientos llegan así, nadie está al corriente en la compañía. Llevaba un año sin bailar como cuerpo de baile, solo hacía papeles de solista. No me lo esperaba porque fue en el medio de una serie de funciones. Y de repente pasó y fue “¡Ah...no es una broma!”. Fue increíble, no sé, un reconocimiento así es indescriptible, por todo el trabajo y todo lo que he invertido en la compañía como artista.

Lo primero que hice fue salir corriendo del teatro para llegar a casa y llamar a mi familia porque, si realmente estoy aquí y ese nombramiento llegó, fue gracias al apoyo incondicional de mi familia desde el principio. Ellos no tenían ni idea de que "bailarín de ballet" es una profesión y de que yo podría vivir de ello. Aún así me apoyaron a ciegas, sin ellos no sería lo que lo soy hoy en día.

















                                     























N.H-De las obras que has representado.¿Cuál ha sido la más importante y la mejor para tí?A.R-  Qué pregunta... Eso es complicado, podría decir que todo lo que he bailado hasta ahora me ha aportado algo y todo lo he disfrutado de una manera u otra. Romeo y Julieta es muy importante para mí, es el ballet en el que bailé Teobaldo, mi primer papel solista cuando llegué a la compañía, y también pude tocar otras personalidades como Mercutio y más tarde Romeo, en el paso a dos del balcón en China. Éste ha sido uno de los ballets que más me han marcado como artista junto con el Cascanueces, que descubrí siendo niño y del que hice mi primer papel principal en Burdeos.

N.H-¿Donde te gustaría verte dentro de unos años?
A.R- Uuf... Hace algunos años podría haber dicho algo, pero a día de hoy no tengo una proyección tan lejana, porque la vida en general puede dar muchas vueltas. Lo que el destino me traiga un poco.








































N.H-Y para finalizar  hablanos un poco de la Gala internacional de Ballet, que tiene lugar el 21 de este mes en Jovellanos (Gijón).
A.R-Es un proyecto que tengo desde hace muchos años. Desde que llegué a Burdeos mi cabeza empezó a trabajar en una gala de este tipo, con un formato variado, con diferentes piezas y que no fuese muy caro económicamente. Quería hacer un espectáculo profesional, de calidad, que pudiese traer al Teatro Jovellanos (Gijón) para enseñar al público de aquí cómo la danza ha ido evolucionando. Al final surgió la idea de dedicárselo a Maya Plisetskata, tras su fallecimiento el año pasado. Fue la primera "Prima Ballerina Absoluta" y ha sido un icono y un referente para muchísimas generaciones de bailarines. Es una persona muy importante en la historia de la danza que me dejó bastante tocado cuando se fue. Pensé que era el momento de que Asturias, la tierra que me ayudó a dar mis primeros pasos en este mundo de la danza, le dedicase un homenaje.




Fotografías realizadas por Nika Hey photography 
Posdata: Recordar que tengo una página de Facebook ( Nika Hey Photography) en la que podéis ver más de mis trabajos y os podéis poner en contacto conmigo. Gracias por pasarte un ratito <3